Para escribir poesía se necesitan algunos elementos fundamentales, un papel, algo con que escribir (los más contemporáneos una laptop), a mí se me hizo más fácil con el lápiz de grafito un borrador de goma siempre garabateando en la hoja de papel algun árbol con delgadas ramas y algún pajarillo posado que a lápiz parecían solo manchas grises sobre el papel acompañando los versos garabateados de palabras casi ilegibles por las correcciones. Lo siguiente es el tema, naturalmente para alguien como yo sería el amor, las mujeres o la ausencia de todo ello; mi tema ya en particular no lo elijo, el tema me elige a mí, me busca cada día, me sigue en silencio esperando tomar posesión de mi lápiz y se vuelca en un arroyo oscuro sobre el papel, a veces el arroyo no deja de fluir y se desborda hoja tras hoja hasta que sucede lo sobrenatural, y el poema se vuelve un espejo en el cual la imagen del alma se refleja a sí misma tal como es.

Hoy, ensayo poner en esta página mis poemas garrapateados sobre todo material inimaginable que ha sido suceptible de ser escrito, cuadernos, hojas sueltas, servilletas, es interesante escribir sobre papel higiénico, un doble arte el poder escribir sin rasgarlo. Estos poemas no tienen reglas literarias, solamente es mi intento de mostrar aquello que nutre mi existencia.